22/8/24

Síntomas del Cáncer de Próstata

 

Síntomas del Cáncer de Próstata
Síntomas del Cáncer de Próstata

El cáncer de próstata, especialmente en sus etapas iniciales, a menudo no presenta síntomas. Sin embargo, a medida que avanza, pueden aparecer algunos signos que podrían indicar la presencia de este tipo de cáncer.

Síntomas comunes:

  • Problemas urinarios: Estos son los síntomas más frecuentes y pueden incluir:
    • Dificultad para iniciar la micción.
    • Flujo urinario débil o interrumpido.
    • Necesidad de orinar con más frecuencia, especialmente por la noche.  
    • Sensación de no vaciar completamente la vejiga.
    • Dolor o ardor al orinar.
    • Sangre en la orina o el semen.
  • Otros síntomas:
    • Dolor en la espalda baja, caderas o pelvis: Puede ocurrir cuando el cáncer se ha diseminado a los huesos.
    • Dificultad para tener una erección (disfunción eréctil).
    • Pérdida de peso involuntaria.
    • Fatiga.
    • Debilidad.

Es importante destacar que estos síntomas también pueden ser causados por otras afecciones, como una próstata agrandada benigna. Por lo tanto, si experimentas alguno de estos síntomas, es fundamental que consultes a tu médico para un diagnóstico preciso.

¿Por qué es importante detectarlo a tiempo?

Detectar el cáncer de próstata en sus etapas iniciales aumenta significativamente las posibilidades de éxito del tratamiento. Por eso, se recomienda que los hombres mayores de 50 años, y aquellos con factores de riesgo, se realicen exámenes de rutina para la detección temprana.

¿Qué factores aumentan el riesgo?

  • Edad: El riesgo aumenta con la edad.
  • Historia familiar: Tener un padre o hermano con cáncer de próstata incrementa el riesgo.
  • Raza: Los hombres afroamericanos tienen un mayor riesgo.
  • Factores genéticos: Algunas mutaciones genéticas pueden aumentar el riesgo.
  • Obesidad: Se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer de próstata agresivo.

Recuerda: La detección temprana es clave para un tratamiento exitoso. Si tienes alguna inquietud, no dudes en consultar a tu médico.


19/12/17

Peligros y falsas creencias sobre las dietas y 'terapias milagrosas' que curan el cáncer [19-12-17]


Peligros y falsas creencias sobre las dietas y 'terapias milagrosas' que curan el cáncer

  • No es difícil toparse con falsos gurús, publicaciones, páginas web o folletos que, sin fundamento científico alguno, aseguran curar el cáncer.  
  • Los especialistas en esta enfermedad descartan "productos naturales", las "plantas medicinales", los suplementos dietéticos, la acupuntura, el masaje o el yoga. 
  • También alertan de que el uso del término 'natural' no quiere decir que estos falsos remedios sean inocuos.

Una correcta alimentación y una dieta equilibrada son, sin duda, grandes aliados para nuestro organismo y pueden prevenir la aparición de graves enfermedades en el futuro. Sin embargo, hay que saber diferenciar entre prevenir y curar. Un ejemplo es el cáncer, una enfermedad de la que hoy se aprovechan falsos gurús, que diseminan la errónea creencia de que una dieta puede curar el cáncer, y personas de buena fe que, en su afán por curarse, les creen.

No es difícil toparse con falsos gurús, publicaciones, páginas web o folletos que, sin fundamento científico alguno, aseguran tener "terapias dietéticas" milagrosas contra este tipo de enfermedad. Desde Consumer señalan este y otros riesgos acerca de los alimentos 'mágicos' contra el cáncer.

En este sentido, un estudio desvela que las "terapias dietéticas" figuran entre los tratamientos alternativos más utilizados por los enfermos de cáncer. También está entre los más recomendados por la llamada "medicina alternativa". En otra investigación, el 90% de las tiendas de alimentación saludable aconsejó terapias alternativas para el cáncer de mama; el 50% propuso vitaminas antioxidantes y selenio; y el 25% sugirió una combinación de hierbas chinas.

Falsos remedios

Sea como fuere, de entre los tratamientos para curar el cáncer que recomienda cualquier entidad médica reputada, no se incluye en absoluto la alimentación. Desde Estados Unidos, el Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM), una de las máximas autoridades científicas en el campo de los enfoques alternativos de las enfermedades, indica que ninguna de las terapias alternativas es útil para curar el cáncer o lograr su remisión. Eso incluye, según el NCCAM, a los "productos naturales", las "plantas medicinales", los suplementos dietéticos, y también a la acupuntura, el masaje o el yoga.

En España, la prestigiosa Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) considera que la eficacia de los tratamientos alternativos no está demostrada e insiste en que "el hecho de que en muchas ocasiones se emplee el término 'natural' para describir productos o terapias complementarias y alternativas no significa que sean inocuas, es decir, que no hagan daño", una postura que comparte con el National Cancer Institute de Estados Unidos.

La AECC cita como ejemplo los productos de herboristería o suplementos dietéticos, que pueden interactuar con los medicamentos que tratan el cáncer, además de generar efectos negativos para la salud. De hecho, analiza algunos productos, como la adelfa (laurel de flor), una serie de cepas bacterianas, el cartílago de tiburón, el noni, la miel, el té con canela, el propóleo, la caléndula e incluso el veneno del escorpión azul del Caribe. Su conclusión con respecto a dichas sustancias es siempre la misma: no son útiles ni recomendables.

El Instituto Americano para la Investigación del Cáncer (AICR), uno de los más acreditados del mundo, llega a desaconsejar de forma explícita cualquier suplemento dietético para proteger del cáncer.En cualquier caso, además de productos o sustancias como equinácea, lino, jenjibre o cardo mariano (ineficaces para curar esta enfermedad), hoy es fácil dar con libros, páginas webs o "terapeutas alternativos" que aseguran que una dieta determinada puede frenar o incluso revertir un tumor ya instaurado. Ninguna evidencia científica creíble sustenta dicha hipótesis, haga referencia a una dieta macrobiótica, a una dieta vegetariana o a una dieta "ecológica", tal y como justifica el AICR en su página web. No extraña, por tanto, que la AECC se posicione "en contra" de la prescripción de cualquier práctica (como es el caso de una "dieta") que se publicite como tratamiento para el cáncer sin contar con evidencia científica que lo sustente y la aprobación de los órganos competentes del Ministerio de Sanidad. Y si lo hace, es porque dicha práctica no está exenta de riesgos.

Riesgos de estas 'terapias'

Rechazar o postergar un tratamiento eficaz para el cáncer. Se produce, en muchas ocasiones, debido al miedo a los efectos secundarios que genera el tratamiento de esta enfermedad. No tiene sentido demorar una terapia que puede suponer la diferencia entre vivir o morir para aferrarse a una dieta que de ninguna manera curará el cáncer. La AECC se declara en contra "de los practicantes de medicina alternativa no probada científicamente que induzcan a los enfermos de cáncer a abandonar el tratamiento oncológico convencional sí probado por la ciencia".

Generar una falsa sensación de seguridad. Cuando alguien cree que ciertos alimentos o complementos alimenticios son capaces de curar un cáncer, es posible que ello genere una cierta indulgencia con respecto a sus hábitos de salud. En una investigación se observó que tomar suplementos dietéticos se asocia a un incremento en el tabaquismo, debido a la errónea creencia de que tales suplementos protegen del cáncer.

Fomentar un descrédito de la medicina tradicional. Muchos terapeutas alternativos aseguran que sus propuestas son más eficaces para curar el cáncer que las aconsejadas por los oncólogos. Nada más lejos de la realidad.

Generar efectos adversos. Los consejos irresponsables en lo tocante a la salud (vengan en libros, páginas web, periódicos o en boca de un charlatán) no son un simple entretenimiento: pueden dañar a la salud. Por un lado, un análisis de los libros que promueven tratamientos alternativos para las enfermedades concluyó que pueden poner en riesgo la salud del lector. Por otro lado, los suplementos a base de plantas, muy utilizados como complemento de la "dieta curativa", pueden causar efectos adversos hepáticos, cardiovasculares o relacionados con el cáncer a causa de sus ingredientes o de un contaminante. Los productos dietéticos pueden incluso estar adulterados con sustancias peligrosas, según la Facultad de Medicina de Harvard.

Interacciones indeseadas. La medicación anticancerosa puede interaccionar con los suplementos dietéticos, los complementos alimenticios o las "plantas medicinales" que suele incluir la "dieta" y ello puede tener consecuencias nefastas, según detallaron dos revisiones sistemáticas de la literatura publicadas en 2009 y 2012.

Promover dietas desequilibradas.
Si bien una buena dieta no cura el cáncer, una mala alimentación sí puede empeorar el pronóstico. Muchos de los cambios dietéticos se basan en "dietas milagro" que proponen cambios radicales de la alimentación, asociados a numerosos efectos adversos. Lo sensato es dejar que verdaderos profesionales de la dietética (dietistas-nutricionistas, mejor si tienen experiencia en tratar pacientes con cáncer) planifiquen la alimentación de un enfermo de cáncer, con unas características muy concretas, que deben adaptarse al estadio de la enfermedad.

 

27/11/17

Nutrición juega papel importante en la prevención del cáncer [27-11-17]


Nutrición juega papel importante en la prevención del cáncer

La edición de enero de la revista científica internacional "Nutrition and Cancer" publica artículo de académicos de la UDLAP.

Cholula, Pue.- “La exposición a los rayos UV, la contaminación del aire, agua y suelos, las sustancias tóxicas a las cuales el hombre está expuesto, los elementos químicos que son usados en la agricultura y los alimentos, entre otros, son los principales causantes de que día a día la incidencia del cáncer se esté incrementando en gran medida”, afirmó Aracely Angulo Molina, académica de la Universidad de las Américas Puebla.

En entrevista, Angulo comentó que en los últimos años ésta enfermedad ha tomado mucha relevancia, “el incremento del cáncer en el hombre se debe a los actuales cambios climáticos que se están observando en el ambiente, a las sustancias químicas a las que está expuesto la persona e incluso al mismo comportamiento biológico del ser humano”.

Sobre el tema del papel de la nutrición en la prevención del cáncer, dijo que juega un papel muy importante debido a que a través de ella se puede retardar o prevenir que los factores pudieran no presentarse. “La nutrición nos permite elegir una buena dieta que incluya  alimentos, preparaciones y platillos ricos en antioxidantes y en sustancias como la vitamina C o E, que al mezclarse favorezcan que nosotros nos mantengamos sanos”.

Cabe recordar que sobre el tema del cáncer, Aracely Angulo Molina y Aurelio López Malo escribieron el artículo “The role of alpha tocopheryl succinate (α-TOS) as a potential anticancer agent”, el cual ya puede ser leído en la edición de enero de la revista científica Internacional "Nutrition and Cancer".

“En este trabajo el Dr. Aurelio y yo damos a conocer el trabajo de investigación que hicimos contra el cáncer; explicamos y planteamos el uso potencial de los análogos de la vitamina “E” para el desarrollo de formulaciones terapéuticas que ayudarán a la disminución de células cancerígenas”, comentó Angulo Molina.

10/11/17

La actividad física reduce los efectos secundarios de la quimioterapia [10-11-17]


La actividad física reduce los efectos secundarios de la quimioterapia
  • Las pacientes con cáncer de mama que hicieron más ejercicio sintieron menos náuseas
  • Según los expertos, el deporte permite una menor pérdida de calidad de vida

Si hay un tratamiento con fuertes y complicados efectos secundarios, ése es la quimioterapia. Además de la caída del pelo, están las náuseas, los vómitos, el dolor de articulaciones, el estreñimiento o las alteraciones en la percepción del sabor de los alimentos, por citar sólo algunos.

A pesar de que los nuevos fármacos conllevan muchísimos menos efectos secundarios que los tratamientos de hace años, algunas de las consecuencias de estas terapias hacen que los pacientes no puedan completar su quimioterapia tal y como estaba planteada, y el oncólogo se ve obligado a ajustar la dosis en función del estado del paciente. Ahora, un estudio realizado por el Instituto del Cáncer Holandés se ha percatado de que la actividad física durante la quimioterapia reduce las posibilidades de sentir alguno de estos efectos adversos, como son la fatiga, las náuseas o el malestar general.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores responsables de la publicación dividieron a 230 mujeres que padecían cáncer de mama en tres grupos distintos: en el primero, las pacientes siguieron un programa supervisado de ejercicio aeróbico "moderadamente intenso". A las mujeres del segundo grupo se les asignó un programa de intensidad baja de ejercicio aeróbico que podían seguir desde sus casas. Quienes estaban en el tercer grupo no siguieron ningún programa de ejercicio.

El resultado fue que los dos grupos que practicaron actividad física durante su tratamiento con quimioterapia mostraban con menor frecuencia varios de los efectos secundarios anteriormente expuestos. Este resultado era más pronunciado entre las pacientes que realizaron el programa de ejercicio "moderadamente intenso", frente a las que siguieron el de intensidad baja. Además, menos mujeres de ese primer grupo necesitaron de un ajuste en su dosis de quimioterapia: un 12% de estas pacientes requirieron tal medida, frente al 34% de casos en los que sí fue necesario dentro del grupo que no siguió ningún programa de ejercicio.


Actividad física desde el diagnóstico

En palabras de Antonio Llombart, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Arnau de Vilanova de Valencia y portavoz de la SEOM, esta publicación "nos hace reafirmar la importancia de la actividad física desde el momento del diagnóstico, porque ésta permite una menor pérdida de calidad de vida durante el tratamiento".

Este experto en cáncer de mama explica, en conversación con EL MUNDO, que, tal y como pone de manifiesto el presente estudio, "la actividad física ayuda a mejorar la tolerancia a los tratamientos". Pero Llombart va más allá, y recuerda que hay estudios previos que hablan de que "las mujeres que mantenían su actividad laboral durante el tratamiento lo llevaban mejor que las que se cogían la baja". Incluso, apunta, el deporte podría actuar como método de prevención: "una publicación estadounidense demostró que, en las mujeres que habían tenido cáncer de mama, el ejercicio físico redujo entre un 6% y un 7% las posibilidades de recaer en la enfermedad, y esto es muchísimo", explica.

No obstante, a nadie se le escapa -y menos a alguien que haya pasado por esta terapia tan dura- que la quimioterapia es un proceso que puede llegar a ser realmente extenuante. Es por esto que quizás muchos se pregunten si verdaderamente es posible hacer ejercicio tras recibir una sesión de quimio.


Caminar 40 minutos varias veces a la semana


En opinión de Llombart, esto dependerá del nivel de actividad física que realizara la mujer antes de caer enferma: "Es evidente que a una paciente que nunca haya hecho ejercicio le va a costar más trabajo. La actividad tiene que ser adaptada y debe de haber una cierta supervisión, bien por parte de un fisioterapeuta o de un entrenador personal".

La actividad física recomendada durante la 'quimio' para "una mujer normal, sin actividad física específica previa al tratamiento", sería "caminar entre cuatro y cinco días a la semana unos 40 minutos, a buen ritmo, esto es, 100 pasos por minuto", señala Llombart. Si la mujer ya hacía ejercicio, lo ideal sería "intentar mantenerlo, y cuando esto no sea posible, ajustarlo a las necesidades".

Hay que tener en cuenta que, durante la quimioterapia, no todos los días son iguales: las primeras tres jornadas posteriores a una sesión son siempre más difíciles. "En esos días, el ejercicio tiene que ser más moderado, pero por lo menos hay que intentar no quedarse en la cama", apunta Llombart.

Tampoco hay que despreciar otro de los importantes beneficios que tiene, en todos los casos, el deporte: y es que éste afecta positivamente al estado de ánimo. "Hacer deporte significa que la paciente está saliendo de casa, y esto, desde el punto de vista anímico, es muy importante, porque en esos momentos no le está dando tantas vueltas a la cabeza. Si, por el contrario, se queda en casa, no hará más que pensar en su enfermedad y en todas sus consecuencias", sostiene Llombart.

Además, tal y como recuerda este experto, tampoco son despreciables las secuelas que tiene la quimioterapia sobre la autoestima. Según cuenta, cuando años después se les pregunta a las mujeres que han pasado por un cáncer de mama qué ha sido lo peor de su tratamiento, "la mayoría responden que lo peor es el aumento de peso, más que la pérdida del cabello. Además, se trata de un peso que, con todos los cambios hormonales del proceso, es más difícil de quitar".

En definitiva, estudios como este están llevando a un cambio de paradigma, según LLombart: "la filosofía de antes era que la paciente con cáncer de mama tenía que cuidarse y no hacer mucha actividad. Esto es algo que tenemos que empezar a cambiar". Así lo afirma también uno de los responsables de esta publicación: "En el pasado, se les recomendaba a los pacientes de quimioterapia que se lo tomaran con calma, pero hoy nos estamos dando cuenta de que, realmente, es mejor mantenerse tan activo como sea posible".

30/10/17

Palabras que curan [30-10-17]


Palabras que curan

Terapia de escritura expresiva ayuda a los pacientes de cáncer

Durante años, Susan Bauer-Wu, investigadora de la Harvard, ha trabajado con personas que se enfrentan al terrible diagnóstico de cáncer.

Muchos acuden a grupos de apoyo, a la psicoterapia o a los medicamentos antidepresivos para ayudarles a manejar los miedos y desafíos que la enfermedad conlleva.

Su equipo les ofrece bolígrafo y papel.

Esas son las únicas herramientas necesarias para la sencilla y crecientemente popular intervención conocida como "escritura expresiva" o "terapia del diario".

La investigación sugiere que pasar 30 minutos diarios durante cuatro días escribiendo sus pensamientos y sentimientos más íntimos, los pacientes pueden mejorar significativamente su salud mental y física.

Y según los expertos, casi todo el mundo que prueba la terapia del diario se beneficia.

"A muchas personas le sorprende que realmente funciona", afirmó Bauer-Wu, directora del Centro Cantor de investigación en enfermería y atención al paciente del Instituto contra el cáncer Dana-Farber de Boston. "Incluso es para las personas renuentes a intentarlo, las que afirman que no son buenas escritoras, que no escriben bien o que no les gusta escribir. Pasan por el proceso y tienen un momento de 'iluminación'. Afirman que encontraron algo que no sabían de sí mismas o de la enfermedad, que simplemente surgió en el papel. "

La terapia de escritura expresiva es simplemente eso. A los pacientes se les exhorta a expresar lo que esté en sus mentes, a dejar que sus esperanzas y temores fluyan de manera natural y sin restricciones. Se parece a llevar un diario, pero está más enfocada en las cosas que podrían estar molestando o desencadenando estrés.

"Les indicamos que no deben preocuparse por la puntuación o las palabras, que simplemente se dejen llevar por el proceso", señaló Bauer-Wu. "También les animamos a usar como base cualquier cosa que hayan escrito antes".

Para muchos pacientes, el resultado es una especie de catarsis (una liberación y articulación de asuntos que estaban reprimidos) y también una aceptación saludable de algunos de esos asuntos.

"Se trata de dar un paso atrás, pensar en las cosas de otra manera, y de hacer conexiones", explicó la Dra. Robin Fivush, profesora de psicología de la Universidad Emory de Atlanta. Fivush ha llevado a cabo su propia investigación sobre la escritura expresiva.

"No se trata sólo de expresar la emoción porque uno no se limita a rumiar al respecto", apuntó. "Si se observa de cerca a los que más se benefician de esta terapia, se nota que muchos usan lo que llamamos palabras de 'procesamiento cognitivo', como 'me doy cuenta', 'comprendo', y 'ahora lo veo'. "

Los estudios sugieren que ese tipo de comprensión parece ayudar a los pacientes de cáncer u otras enfermedades a llevarlas mejor. "Acabo de leer un artículo de revisión que contenía más de 140 estudios sobre el tema y parece muy efectivo", señaló Fivush.

Bauer-Wu ha ha llevado a cabo tres estudios en que daba seguimiento a los efectos de la terapia del diario para pacientes de cáncer de mama u otros cánceres. Anotó que aunque el programa clásico conlleva 30 minutos al día de escritura durante cuatro días, los pacientes de cáncer "podrían necesitar más que eso".

"En mi trabajo, hacemos una intervención de cuatro días, pero entonces la repetimos un mes más tarde y nuevamente un mes después", explicó. Los pacientes pueden escribir con un bolígrafo y papel o en un PC. De manera sorprendente, alrededor de la mitad de los participantes jóvenes que sabían usar un PC optaron por escribir a mano en sus diarios en un estudio. "Lo más importante es encontrar todos los días ese lugar en que puede escribir con mayor libertad", señaló Bauer-Wu.

"Una de las cosas que se ha encontrado en los pacientes de cáncer en distintos estudios es lo que llamamos 'mejoras en la utilización de la atención sanitaria'", aseguró. "Los pacientes terminan yendo al médico o llamando a las enfermeras con menos frecuencia. Necesitan menos sesiones con un asesor de salud mental. Básicamente, tienen menos síntomas físicos y les va mejor".

De hecho, hay datos que sugieren que escribir las emociones alivia el estrés, lo que a su vez mejora el sistema inmunitario. "No estamos seguros de cómo podría funcionar eso", apuntó Fivush.

Añadió que la terapia funciona mejor en algunos pacientes que en otros. Es probable que, en particular, los niños preadolescentes no se beneficien. "Pensamos que tal vez no tengan las habilidades cognitivas o emocionales [a esa edad] para trabajar en esos temas por sí mismos", especuló Fivush.

Según Bauer-Wu, los pacientes que son solitarios y privados por naturaleza podrían ser los más beneficiados.

"Los grupos de apoyo reciben mucha atención, pero sabemos que algunas personas simplemente no hablan mucho", aseguró la investigadora de Boston. "Para mi, la escritura expresiva es una alternativa maravillosa para esas personas. Les da una vía para expresar sus sentimientos y procesar lo que pasa en sus mentes".

Es importante señalar que los pacientes que participan en la terapia del diario no escriben con una audiencia específica en mente. Según los expertos, en la mayoría de los casos, ni siquiera tienen que volver a leer lo que ellos mismos escriben para beneficiarse. "Lo que parece importante es el acto mismo de escribir", sentenció Fivush.

Y en comparación con otros tratamientos, la terapia de escritura expresiva es barata. "Obviamente, no se necesita nada complicado ni de alta tecnología y no se necesita gastar dinero en un terapeuta", apuntó Bauer-Wu.

"Es autoayuda disponible al instante", añadió. "Las personas pueden curarse a sí mismas".
 

29/10/17

Los pacientes con cáncer requieren atención individualizada, tanto en el aspecto físico como en el psicológico [29-10-17]


Los pacientes con cáncer requieren atención individualizada, tanto en el aspecto físico como en el psicológico

Destacados expertos nacionales e internacionales analizan en Sevilla del 5 al 6 de octubre todos los aspectos de esta atención integral en oncología médica


El cuidado del paciente con cáncer está sufriendo cambios sustanciales en los últimos años. Los pacientes presentan unas necesidades físicas y psicológicas complejas que deben ser tratadas adecuadamente. La Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), coincidiendo con las directrices de las sociedades científicas americana y europea, ASCO y ESMO, y la Organización Mundial de la Salud (OMS), propone una atención integral al paciente con cáncer en todas las fases de la enfermedad y en su realidad total: biológica, psicológica, familiar y social.

Con este motivo 250 especialistas nacionales e internacionales se congregarán en Sevilla del 5 al 6 de octubre para debatir sobre todos los aspectos (clínicos, éticos, legales, filosóficos, sociales, de investigación, etc.) de la atención integral e individualizada que, según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) requiere el paciente con cáncer, en el marco del II Congreso SEOM de Cuidados Continuos en Oncología.

En este sentido, la Sociedad Española de Oncología Médica ha organizado este congreso para analizar y hacer una puesta al día, entre otros temas, de la organización y gestión de los cuidados continuos, su repercusión en el gasto sanitario, el control de los síntomas, los últimos avances terapéuticos de soporte y paliación en los tratamientos oncológicos, la investigación clínica y la calidad de vida de los pacientes. Asimismo se debatirán los aspectos éticos, filosóficos y sociales del final de la vida desde diferentes perspectivas planteadas por sociedades científicas implicadas en el manejo del paciente con cáncer, sin olvidar la visión de los propios pacientes.

De especial relevancia será la presentación de las Guías de Recomendaciones SEOM en Cuidados Continuos en Docencia, Asistencia e Investigación que sin duda servirán de referencia para todos los especialistas implicados en la atención integral a los enfermos oncológicos.

La doctora Ana Mª Casas Fernández de Tejerina, secretaria de la SEOM, presidenta del comité organizador del II Congreso SEOM en Cuidados Continuos y oncóloga médico del Hospital Universitario Virgen del Rocio de Sevilla junto con José Expósito Hernández,director del Plan Integral Oncológico de Andalucía abordarán todos estos aspectos en la situación concreta de la Comunidad de Andalucía.

La SEOM considera fundamental insistir en la importancia de la prevención primaria del cáncer, en el diagnóstico precoz y en el papel de las Unidades de Consejo Genético donde se puede ayudar a las familias susceptibles de padecer cáncer.

Respecto a la educación sanitaria de la sociedad española en lo que concierne al cáncer, la SEOM participa activamente en la prevención de esta enfermedad, mediante la promoción de iniciativas de divulgación sanitaria dirigidas a la población general y de proyectos en favor de los pacientes oncológicos.
 

28/10/17

Los pigmentos naturales de algunas frutas y hortalizas pueden prevenir contra el cáncer [28-10-17]


Los pigmentos naturales de algunas frutas y hortalizas pueden prevenir contra el cáncer

Estas propiedades anticancerígenas se unen a otras ya conocidas de las antocianinas, como las antivirales, hemostáticas y antioxidantes, además protegen la retina y contribuyen así a la conservación de la salud visual, y también previenen enfermedades cardiovasculares

Los pigmentos naturales presentes en algunas frutas y hortalizas poseen propiedades que pueden ser eficaces en la prevención del cáncer, según muestran los resultados de un estudio realizado por expertos del Centro de Cáncer Integral del Estado de Ohio (Estados Unidos), y que ha sido publicado en la revista Cancer Prevention Research.

La investigación, que se centró en las moras, se basó en pruebas realizadas con modelos experimentales para determinar que las antocianinas inhibían el crecimiento y estimulaban la muerte celular. Según explicaron los expertos, estas sustancias son la clase de flavonoides más abundante en alimentos como las bayas, la col, la lombarda, la granada, las berenjenas, las ciruelas, las cerezas o las uvas, entre otros, de tonos azules y morados.

Los responsables del trabajo descubrieron que el extracto de esta sustancia era casi tan eficaz para prevenir el cáncer esofágico como las moras tomadas enteras. En este sentido, el director del trabajo, Gary D. Stoner, señaló que el objetivo es mejorar la forma de administrar estos componentes a los tejidos para aumentar su absorción y eficacia. "En último término esperamos probar la eficacia de las antocianinas en múltiples localizaciones orgánicas en los humanos", dijo.

24/10/17

Supervivientes de cáncer [24-10-17]


Supervivientes de cáncer

Se considera superviviente de un cáncer a "toda persona que haya tenido diagnóstico de cáncer desde el momento del diagnóstico hasta el del balance de su vida." Gracias a los avances en el tratamiento del cáncer existen hoy en día casi 10 millones de supervivientes de cáncer en Estados Unidos. Cerca de dos tercios de esos pacientes viven al menos 5 años y algunos tipos de cáncer tienen tasas de supervivencia más elevadas.

Los supervivientes del cáncer tienen mayor riesgo de recurrencia del cáncer original y de desarrollar una segunda neoplasia, como resultado del tratamiento del cáncer y otros factores de riesgo. Luego del tratamiento quirúrgico, radiante o citotóxico es necesario el monitoreo y el tratamiento de los efectos secundarios a largo plazo. Cerca del 70% de los pacientes con cáncer tienen comorbilidades y requieren un abordaje multidisciplinario.
La selección de los cánceres mencionados en este artículo se debe a sus elevadas prevalencias o tasas de supervivencia.

Seguimiento y vigilancia de los supervivientes de cáncer, de sitios seleccionados

Supervivientes del cáncer de mama

Los supervivientes del cáncer de mama poseen un riesgo aumentado de cánceres primarios secundarios de la mama ipsilateral y contralateral, ovarios, colon y recto. Esto ocurre dentro de los primeros 5 años que siguen al tratamiento. Las tasas de recurrencia son muy bajas en pacientes con tumores primarios inferior a 1 cm, sin adenopatías axilares.

La vigilancia apropiada de los supervivientes del cáncer de mama consiste en el autoexamen mensual de las mamas, la mamografía anual del tejido mamario preservado y la historia y examen físico cada 6 meses durante 5 años y luego anualmente. Los síntomas (adelgazamiento, tos persistente) o signos físicos (cambios en la pared torácica o la mama, adenopatías) inespecíficos son indicadores comunes de la recurrencia del cáncer de mama y deben ser evaluados.

Los supervivientes del cáncer de mama también pueden desarrollar complicaciones físicas del tratamiento como linfedema (20-30% de los pacientes operados), menopausia prematura, alteraciones neurocognitivas y osteopenia u osteoporosis, como así distrés psicológico relacionado con la sexualidad y la imagen corporal. Hasta el 30% de los pacientes con cáncer de mama tratados con quimioterapia sufren efectos cognitivos, a veces referido como "quimiocerebro".

El linfedema aparece en el 20-30% de los pacientes con cáncer de mama tratados quirúrgicamente y suele responder al manejo conservador con fisioterapia. El cuidado esmerado dela piel reduce el riesgo de infección local y sistémica por el drenaje linfático alterado.

Aunque el tamoxifeno reduce el riesgo de recurrencia del cáncer de mama y mantiene la densidad ósea, aumenta el riesgo de cáncer de útero. Es necesario hacer el monitoreo pélvico anual. Hay datos que indican que el uso de inhibidores de la aromatasa (anastrozol) en la posmenopausia, en pacientes con cáncer de mama que tienen receptores estrogénicos puede tener mayor eficacia y menos efectos secundarios que el tamoxifeno.

Por último, la revisión de la historia familiar puede indicar un componente hereditario del cáncer de mama. Cerca del 5 al 10% de los cánceres de mama están provocados por mutaciones en los genes de susceptibilidad al cáncer, sobre todo BRCA1 y BRCA2. La intervención de los genetistas es importante para evaluar el riesgo genético individual y la necesidad de hacer pruebas específicas entre esos pacientes y los miembros de su familia.

Supervivientes del cáncer colorrectal

La detección precoz de la recurrencia del cáncer es mayor en los 5 años que siguen a la resección; por lo tanto, el seguimiento y la vigilancia son importantes durante ese período. La guía de la American Society of Clinical Oncology20 and the National Comprehensive Care Network (NCCN) limita la recomendaciones del seguimiento a la historia clínica, el examen físico, la búsqueda del antígeno carcinoembrionario (CEA) y la colonoscopia.

La confección de la historia, el examen físico y el CEA se hacen cada 3 meses durante los 2 primeros años que siguen al tratamiento, y luego cada 6 meses durante otros 3 años. Los pacientes con CEA elevado deben estudiarse con TC, tomografía por emisión de positrones o, colonoscopia, para identificar el sitio de la recurrencia y su potencial resección. Esta elevación puede preceder a los síntomas hasta en 3 a 8 meses. Se recomienda hacer una colonoscopia a los 12 meses de la operación, y luego cada 3 a 5 años, siempre que no se detecten anormalidades. No se recomienda la radiografía de tórax anual de rutina.

Muchos supervivientes del cáncer colorrectal no se adaptan a los efectos asociados al tratamiento tal como la incontinencia fecal y las adherencias. La radioterapia puede causar diarrea persistente y sangrado episódico por la proctitis por radiación. Esto puede ser tratado en forma sintomática con inhibidores de la motilidad como la loperamida. En la proctitis por radiación grave, puede ser útil un curso corto con enemas de hidrocortisona. El cuidado de la ostomía debe incluir la atención de la imagen corporal y la sexualidad.

El cáncer colorrectal puede separarse en tres categorías, de acuerdo con la historia familiar: 1) esporádico (60% de los casos), sin historia familiar; 2) varios miembros de la familia afectados (30%) y, 3) síndrome genéticos hereditarios (10%) como la poliposis adenomatosa familiar (PAF) y el cáncer colorrectal no poliposo hereditario. Esto últimos tienen casi el 100% de posibilidad de tener cáncer hacia los 50 años. Los pacientes con PAF tienen mayor riesgo de cáncer colorrectal, como así de cáncer de endometrio, intestino delgado, uréter y pelvis renal. Las mujeres de este grupo tienen un 30 a 60% de posibilidad en toda su vida de desarrollar cáncer de endometrio. Es útil el consejo genético. Se ha demostrado que los antiinflamatorios no esteroides como la aspirina y el sulindac tienen un efecto protector contra los cánceres colorrectales y los pólipos.

Supervivientes del cáncer de próstata

Cerca del 98% de los pacientes con de próstata está vivo a los 5 años posteriores al diagnóstico. La vigilancia recomendada para los supervivientes del cáncer de próstata incluye el tacto rectal anual y la determinación de los niveles del antígeno prostático específico (PSA) cada 6 meses durante 5 años, y luego, 1 vez por año. El PSA sérico disminuye hasta valores indetectables luego de la prostatectomía radical y muy poco, después de la radioterapia. El aumento después de la declinación inicial indica recurrencia de la enfermedad. En la actualidad, se le da importancia a la velocidad del PSA o al cambio de niveles del PSA en el tiempo. La velocidad preoperatoria del PSA durante el año previo al diagnóstico ha sido asociada con el riesgo de muerte por cáncer de próstata. La velocidad posoperatoria del PSA, junto con el puntaje de Gleason y la estadificación del cáncer ha demostrado ser un predictor de recurrencia de la enfermedad.

Aunque la recurrencia representa la amenaza más importante para la salud del paciente, las complicaciones que resultan del tratamiento son de mayor interés para el paciente y afecta su calidad de vida en forma significativa. Para tratarla disfunción eréctil secundaria a la prostatectomía se pueden utilizar inhibidores dela fosfodiesterasa tipo 5 (tadalafil), el vardenafil y el sildenafil. Estos inhibidores pueden potenciar los efectos hipotensores delos nitratos y bloqueantes alfa.

Si bien se ha comprobado mayor incidencia de cáncer de vejiga en los pacientes con cáncer de próstata tratados con radioterapia, podría ser producto de la mayor vigilancia.

Muchos casos de cáncer de próstata tienen un componente familiar. Este riesgo aumenta para cada individuo, de acuerdo con el número de miembros de la familia afectados. Además, los hombres con miembros de la familia afectados por cánceres de mama y ovario pueden tener mayor riesgo de cáncer de próstata causado por mutaciones de BRCA1 y BRCA2.

Niños y adolescentes supervivientes de cáncer

El cuidado de este grupo es problemático, dado el riesgo de diversas complicaciones tardías asociadas con el tratamiento. La quimioterapia y la radioterapia administrados durante los años de crecimiento y desarrollo influyen sobremanera sobre el envejecimiento de diversos órganos. Cerca de la mitad de los adultos jóvenes supervivientes de cánceres infantiles tienen efectos adversos mayores. Los efectos relacionados con el cáncer tardío aumentan sobre todo el riesgo de mortalidad precoz causada por un segundo cáncer o enfermedad cardíaca o pulmonar. Algunos estudios institucionales comprobaron que dos tercios de los supervivientes tienen al menos una complicación crónica o tardía por la terapia del cáncer, un tercio de ellos con complicaciones con riesgo de vida. La incidencia de los efectos tardíos aumenta con la edad, y algunos de los efectos aparecen luego de décadas.

El seguimiento de los supervivientes de cáncer infantil deben ser individualizados de acuerdo con el tipo de cáncer y la terapia específica utilizada, además de otros factores de riesgo.

Sin embargo, para muchos de esos efectos existe una ventana de oportunidad para la vigilancia y el diagnóstico temprano. En la actualidad, las pruebas de detección precoz en este grupo están por debajo delos niveles deseados, a pesar del riesgo incrementado. Se recomienda la evaluación periódica, la cual debe incluir un plan sistemático de vigilancia y prevención, teniendo riesgos basados en el cáncer previo o el tratamiento del cáncer, predisposiciones genéticas, conductas personales y comorbilidades.

La evaluación periódica, si bien es recomendada, se hace difícil hacerla en las diferentes etapas de la vida de este grupo. El Children's Oncology Group ha desarrollado recientemente una guía para el seguimiento a largo plazo de niños, adolescentes y adultos jóvenes supervivientes de cánceres.

Comentarios finales

Las recomendaciones definitivas de la vigilancia de los supervivientes de cáncer infantil están complicadas por los datos publicados, los que generalmente están limitados a estudios de sección cruzada y de cohortes de tamaño limitado. Lo más importante es que la mayoría de los supervivientes niños y adolescentes se hallan en diferentes etapas de su vida. El intento de estas guías es facilitar el cuidado óptimo de esta población y mejorar la comunicación entre los supervivientes, médicos y centros oncológicos.

Se debe recomendar a este grupo de pacientes adquirir prácticas de prevención de la salud, como las inmunizaciones, el screening del cáncer y el mantenimiento de un peso corporal y balance nutricional adecuados, como así, el ejercicio regular.

19/10/17

La salud de los pacientes de cáncer se ve afectada por el estado de ánimo del cónyuge [19-10-17]


La salud de los pacientes de cáncer se ve afectada por el estado de ánimo del cónyuge

Un cuidador con depresión aumenta las probabilidades de que el ser querido enfermo tenga depresión, según un estudio
 La salud emocional de los cuidadores de cáncer podría afectar a la salud mental de los seres queridos a los que cuidan, según sugiere un estudio reciente.

Cuando sus esposos, esposas o compañeros experimentan síntomas de depresión, los supervivientes al cáncer tienen más probabilidades de estar deprimidos ellos mismos, según los investigadores del Instituto Nacional del Cáncer (NCI) de EE. UU.

Los investigadores indicaron que los supervivientes al cáncer cuyos cónyuges gozan de una buena salud mental y física tienen menos probabilidades de sufrir de depresión un año después, lo que sugiere que un mejor cuidado por parte del cónyuge también podría beneficiar a los supervivientes al cáncer.

"Nuestra investigación enfatiza que los cónyuges deben cuidar de sí mismos no solamente por su bien, sino también por el bien del superviviente al cáncer", señaló en un comunicado de prensa de la Asociación Americana para la Investigación del Cáncer (American Association for Cancer Research) la investigadora principal, Kristin Litzelman, becaria de prevención de cáncer en el Programa de Investigación Conductual del NCI.

Según los investigadores, hay aproximadamente 14.5 millones de personas que han sobrevivido a un cáncer en Estados Unidos. A menudo, estas personas reciben el cuidado y el respaldo de su familia, y en particular de sus cónyuges. Además de compartir las dificultades económicas del tratamiento, los cónyuges/compañeros podrían cuidar y proporcionar otros tipos de respaldo, como ir a las citas médicas.

Para examinar estas relaciones, los investigadores analizaron la información recopilada de más de 900 pacientes con cáncer y sus cónyuges. Mediante el uso de modelos estadísticos, examinaron cómo la calidad de vida o el ánimo depresivo de los cónyuges afectó a los supervivientes al cáncer con respecto al riesgo de también estar deprimidos tras 11 meses. Entonces compararon estas relaciones con un grupo de parejas que no se habían enfrentado a un cáncer o a los efectos persistentes del tratamiento del cáncer.

El estudio, que fue publicado el 1 de junio en la revista Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention, halló que cuando los cónyuges reportaron sentirse deprimidos, los supervivientes al cáncer tenían cuatro veces más probabilidades de contraer también los síntomas de depresión, incluso cuando los investigadores tomaron en cuenta otros factores, como los demográficos. El vínculo entre el bienestar de los supervivientes y el estado de ánimo de sus cónyuges fue más fuerte cuando eran las esposas las que tenían el cáncer.

"Nuestros hallazgos también sugieren que cuando se cuida a los supervivientes al cáncer, los profesionales clínicos quizá deban evaluar el bienestar de los cónyuges cuidadores", dijo Litzelman. "La investigación futura podría realizar pruebas sobre si incluir a los cuidadores en el plan de cuidado del superviviente podría mejorar los resultados tanto para los cuidadores como para los supervivientes al cáncer".

En el estudio también hubo buenas noticias. Cuando la "calidad de vida relacionada con la salud" del cuidador cónyuge mejoraba, los investigadores observaron un descenso del 30 por ciento en la tasa de depresión de los supervivientes 11 meses después.

La relación no funcionó a la inversa: Según los investigadores, el estado de ánimo de los supervivientes al cáncer no tuvo una influencia significativa en el riesgo de los cónyuges de sufrir de depresión.

"Nos sorprendió que los efectos de los cónyuges sobre los supervivientes eran mucho más grandes en este estudio que el efecto de los supervivientes sobre los cónyuges", dijo Litzelman. "Esperábamos ver una relación más recíproca".

Los hallazgos no sorprendieron a una experta en salud mental.

"Este estudio demuestra el dicho de sentido común de que uno ha de cuidar de sí mismo para ser un cuidador efectivo de los demás", dijo la Dra. Karen Mechanic, jefa de psiquiatría del Centro Oncológico Fox Chase de Filadelfia.

"Un diagnóstico de cáncer puede ser traumático y envía una señal de distrés a otras personas que están en su vida, y también puede aislar", añadió. "Una atención del cáncer efectiva requiere la participación de los cuidadores, que a menudo forman parte del proceso de toma de decisiones del tratamiento".

16/10/17

¿Sufrir un cáncer de mama aumenta el riesgo de sufrir otros tumores? [16-10-17]


¿Sufrir un cáncer de mama aumenta el riesgo de sufrir otros tumores?

Pues sí, según un estudio español las mujeres que han sido diagnosticadas con un cáncer de mama invasivo presentan un 39 por ciento más de riesgo de desarrollar otro tumor en una parte distinta del cuerpo. Este hecho podría deberse a que los cánceres tengan factores de riesgo similares o al efecto secundario del tratamiento recibido.

Como explica a la agencia de noticias científicas SINC, María José Sánchez, coautora del artículo y directora del Registro de Cáncer de Granada, “se trata del primer estudio poblacional en España que evalúa este riesgo asociado”. Y los resultados han sido más que interesantes.

Según sus datos, publicados en la revista especializada Gynecologic Oncology, el riesgo de un segundo cáncer era mucho más alto en los primeros cinco años posteriores al diagnóstico del cáncer de mama, casi 3,5 veces más que respecto al resto de mujeres.  Sin embargo, tras este periodo “no se encontró un aumento del riesgo significativo tras más de cinco años desde el diagnóstico”, explica una de las autoras del estudio.

Para llegar a estas conclusiones las investigadoras estudiaron 5.897 casos de cáncer de mama invasivo diagnosticados entre 1985 y 2007  en Granada, entre las que se detectó que 314 de ellas habían desarrollado un segundo cáncer primario. Por otra parte se estudiaron 22.814 casos de cáncer (excepto de mama) de toda España durante el mismo periodo y se identificaron 171 casos que habían desarrollado un segundo cáncer en la mama.

Según los datos del estudio Eurocare la supervivencia relativa a cinco años ha aumentado en España hasta superar el 80 por ciento. Como explica Sánchez, “Estos datos revelan que el número de mujeres que sobreviven al cáncer de mama irá aumentando con el tiempo y que, por ello, es necesario evaluar el riesgo que presentan de desarrollar un segundo cáncer en relación con las mujeres de la población general”. De ahí la importancia de este reciente estudio.