8/10/11

Esperanza farmacológica en el tratamiento del cáncer de páncreas


Esperanza farmacológica en el tratamiento del cáncer de páncreas

Una nueva combinación de quimioterapia duplica la supervivencia en casos avanzados


No todo son malas noticias para un cáncer del que se suele hablar en tono trágico. La revista científica «Journal of Clinical Oncology» publica una investigación que avala la utilización de una combinación de fármacos para luchar contra el cáncer de páncreas avanzado. Los resultados demuestran que con ese cóctel de quimioterapia («gemcitabina» más «nab-paclitaxel») se consigue una supervivencia global de 12 meses y una tasa de supervivencia a un año del 48% en el cáncer de páncreas ductal, uno de los tumores de peor pronóstico.

Arañar un año de vida más en esta enfermedad tan compleja no es un resultado menor. «Este tipo de cáncer es una patología letal con una media de supervivencia de seis meses. Y los datos que hemos recogido son muy buenos. Este es el tratamiento con más actividad en páncreas que hemos visto en los últimos 20 años», asegura Manuel Hidalgo, director del Centro Oncológico Clara Campal y uno de los investigadores que ha participado en el estudio.

Otra buena noticia es que el tratamiento, probado en 67 pacientes de cuatro hospitales estadounidenses, muestra también que los efectos adversos con un dosis eficaz son tolerables por lo que la investigación puede continuar con mayor número de enfermos. La idea es probarlo en medio millar de pacientes en una nueva fase que contará con pacientes españoles.

Los dos fármacos no son ajenos para los oncólogos. La «gemcitabina» se utilizaba ya frente al cáncer de páncreas y con «nab-paclitaxel», el último en llegar, se está tratando ya a personas con melanoma, cáncer de mama y pulmón como uso compasivo. De momento, parece una combinación acertada que suma a la quimioterapia clásica la actividad de un nuevo mecanismo de acción. El tratamiento actúa atacando al estroma, un tejido formado por células no tumorales que se convierte en un escudo protector del tumor. «El fármaco elimina parte del estroma y permite que la quimioterapia se difunda mejor en el tumor», explica Hidalgo.

Con la dosis semanal máxima tolerada, se obtuvo respuesta en asi la mitad de los pacientes ; en 21 de 44 pacientes y dos tercios experimentaron control de la enfermedad. La media de supervivencia libre de progresión se situó en 7,9 meses, la media de supervivencia global 12,2 meses y la tasa de supervivencia a un año fue del 48%.

abc.es

 

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